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Cascada de Sotillo

Autor: cotayon, Tipo: Senderismo, Zona: Parque Natural Lago de Sanabria
Localidad: Sotillo de Sanabria, Provincia: Zamora, País: España

Comentario: El 26 de Diciembre de 2009 después de haber mirado la previsión del tiempo para el Lago de Sanabria decidimos ir a pasar el fin de semana y hacer alguna ruta. La suerte nos ha sonreído ya que en Asturias ha estado lloviendo y nevando parte de la semana pero en Sanabria nos hemos encontrado con una estampa impresionante, un día de sol de escándalo, una temperatura “agradable” y todo cubierto de nieve. Decidimos hacer la ruta de La Cascada de Sotillo ya que toda ella estaría rodeada de nieve y parte se podría encontrar congelada, no nos defraudo. La ruta se hizo durilla ya que durante todo el camino hemos tenido que ir pisando nieve, en algunas partes nos llegaba a la rodilla y en las partes que no había nieve lo que había era una gran cantidad de agua corriendo por el camino la cual debíamos de esquivar con la pertinente perdida de tiempo y sobre esfuerzo.Toda la ruta fue una aventura ya que la mayoría de las señales que indican el camino a seguir estaban cubiertas por la nieve, había momentos en los cuales no sabíamos si íbamos bien, el tiempo se nos echaba en cima ya que oscurecería temprano pero queríamos llegar a nuestro objetivo y volver por el otro lado ya que según nuestros cálculos tardaríamos menos que si dábamos la vuelta, eso si, si encontrábamos la cascada y el camino de vuelta. Cumplimos nuestro objetivo y como se puede ver en las fotos mereció la pena. Esta es una ruta que nos gusto mucho a todos, creo que volveremos, pero esta vez por el verano para poder subir a La Laguna de Sotillo y darnos un chapuzón. La dificultad sin nieve sería bastante menos.

Dificultad: Media-Alta
Desnivel: 300
metros
Horario: 4
horas
Longitud: 5,7 kilómetros
Ruta apta para niños: Sí, no apta para carrito

Accesos: Desde Puebla de Sanabria cogeremos la ZA-104 con dirección al Lago de Sanabria, en el pueblo de El Puente a unos cinco kilómetros de Puebla abandonaremos la carretera que va al Lago para coger la que va a Sotillo de Sanabria, lugar donde dejaremos el coche y comenzará nuestra ruta.

Descripción: La ruta se inicia en el pueblo de Sotillo de Sanabria donde nos costo un poco aparcar el coche debido a la cantidad de nieve que había amontonada en el pueblo y al poco aparcamiento que existe en este. Desde la calle central del pueblo nos dirigimos por una pista de hormigón hacia el arroyo, antes de cruzar el puente que salva el arroyo Truchas nos entraremos con una fuente, nada más cruzar este comenzó nuestra aventura, aunque por el camino la pista ya estaba llena de agua y nos tendríamos que haber imaginado lo que se nos avecinaba.
Comenzamos el ascenso por el camino balizado con estacas de madera de color marrón (la ruta se encuentra muy bien señalizada, bueno donde la nieve no las cubría), se podría decir que era un camino ya que bajaba por este tanta agua que parecía más un arrollo que otra cosa, nos tuvimos que subir al empedrado de las esquinas, a la pared de piedra, al cualquier sitio donde pudiéramos no meter los pies en el agua era el principio de la ruta y no era plan de mojarse. Vamos ganando altura poco a poco, el agua a desaparecido y en su lugar nos encontramos con nieve, mucha nieve. Caminar por esta nos resulta bastante cómodo no esta dura ni blanda, esta perfecta. Estamos rodeamos por robles, castaños, abedules, en otra época del año el bosque estaría lleno de vida, pero ahora la nieve lo cubre todo, solo se sienten nuestros pasos y el correr del agua.
Continuamos nuestro camino, el agua ha vuelto de nuevo a correr por este, el tiempo corre en nuestra contra ya que no sabemos cuanto nos llevará llegar a la cascada por una ruta de unas tres otras con esta condiciones se puede alargar bastante, estamos en invierno y oscurece temprano. Seguimos avanzando y analizando si tendremos que dar la vuelta, a ninguno nos apetece haber llegado hasta aquí y tener que regresar sin llegar a la cascada ya que con estas condiciones metereológicas el espectáculo esta servido.
Llegamos a un sitio donde hacemos un fuerte giro a la izquierda que nos conduce al valle del arroyo Pingón, continuamos ascendiendo una pequeña pendiente cuando comenzamos a oír el estruendo de agua, la cascada ya se encuentra muy cercada de nosotros. Ahora solo nos queda realizar el fuerte descenso que hay para llegar, pero no hay camino, así que no nos queda otro remedio que ir monte a través, la nieve nos llega a las rodillas y en algunos casos casi a la cintura. Una vez llegamos al mirador que existe, la imagen que nos ofrece la cascada no nos defrauda, es impresionante. Todo al rededor de esta está congelado, los arbustos, las rocas e incluso algunas zonas por donde cae el agua. La nube de agua que desprende la cascada el la causante de este maravillo espectáculo.
Sacamos una fotos rápidas para continuar nuestro descenso por el sendero que nos conducirá hacía el fondo del valle, donde nos espera el arroyo Truchas. El estrecho sendero resulta bastante peligroso por la cantidad de nieve, hielo y rocas resbaladizas que nos acompañarán durante todo el recorrido. Hemos llegado al fondo del valle, el agua ha vuelto, procedente de los numerosos arroyos desbordados que corren hacía el arroyo Truchas. El camino va atravesando el bosque, aunque muchas veces lo tenemos que abandonar para poder esquivar la gran cantidad de agua que corre por el. Llegamos a un puente de madera el cual atraviesa el arroyo Truchas, aquí decidimos hacer un alto para reponer fuerzas, cómenos algo y nos tomamos un café bien calentito el cual agrademos ya que comienza a hacer bastante frío y los pies con tanta agua ya se resienten.
Seguimos avanzando por entre la nieve, atravesando los prados, riachuelos, …, hasta llegar a un camino más ancho, el cual ya no abandonaremos hasta el regreso a nuestro punto de partida, Sotillo de Sanabria. A la entrada del pueblo nos recibe un enorme castaño donde aprovechamos para sacar nuestra última foto.
Solo nos queda coger el coche y dirigirnos hacia el hotel donde nos tómanos una ducha muy caliente. Nuestra pequeña aventura mereció el esfuerzo y el frío que pasamos ya que es una de las rutas que siempre sacamos en algunas de nuestras conversaciones. Volveremos en otra época ya que queremos subir hasta La Laguna de Sotillo.

 

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